Fortalecimiento financiero
Benito Barros. 06 Ene, 2020 11 NOV, 2019
Cuando los procesos económicos presentan tendencias a la baja, el crecimiento de la economía comienza a ralentizarse, el nivel de inversiones muestra tendencias a la baja, lo mismo que el consumo de las familias y por ende, el volumen de ventas de las empresas y negocios. En este punto, el nivel de confianza de la población comienza a decaer, y una sombra de pesimismo hace presa de las familias, los trabajadores, los empresarios y las autoridades. Las empresas, por una parte, empiezan a analizar sus resultados, con una mirada puesta en la necesidad de mejorar sus índices de resultados, y con el estímulo creciente al recorte presupuestario, el que contempla en muchos casos, una búsqueda desesperada de racionalización y optimización de costos y gastos.¿Qué hace que algunas empresas se encuentren mejor preparadas para enfrentar una situación de crisis? O mejor aún, ¿qué hace que algunas organizaciones salgan incluso fortalecidas en situaciones de stress económico? La respuesta a esas interrogantes tiene una base fuerte, en el concepto de
fortalecimiento financiero. Vamos a analizar este concepto, desde la óptica de desarrollar acciones estratégicas de largo plazo, con la aplicación de herramientas de gestión integral de la empresa, destinados a generar un flujo creciente de las operaciones, que se traducen en una serie de indicadores económicos y financieros que muestren la maximización de la rentabilidad, el patrimonio y el valor de la empresa en el tiempo. Estos son los elementos claves del fortalecimiento financiero:
- Contar con una mirada estratégica del negocio. Proyectar la empresa a largo plazo, definiendo un plan de desarrollo estratégico fundado en una base misional muy sólida y compartida por todos.
- Alcanzar una cobertura de mercado cada vez mayor. Desarrollar acciones de apertura de nuevos mercados del orden geográfico, demográfico y psicográfico, que permita tener un potencial de clientes cada vez más elevado.
- Maximizar la tasa de retención, fidelización y satisfacción de los clientes. Con los clientes actuales, desplegar esfuerzos de entrega de valor, para alcanzar altos índices de satisfacción y retención. Este cliente siempre compra, repite la compra, acepta nuevas ofertas y sobre todo “recomienda”.
- Mantener un indicador de liquidez altamente satisfactorio. Que los activos de corto plazo de la empresa, sean fácilmente convertibles en dinero en efectivo, para hacer frente a los compromisos de corto plazo, y de esa manera, evitar el riesgo de iliquidez en las operaciones.
- Alcanzar un nivel óptimo de solvencia. Que los ingresos actuales y proyectados en el presupuesto de efectivo, sean suficientemente capaces de cubrir los egresos en el mismo período de tiempo. Una buena planificación financiera, evita descalces tan indeseables en las empresas.
- Controlar la cartera de clientes y el riesgo de morosidad. Para quienes trabajan financiando a sus clientes, controlar el nivel de cumplimiento de los mismos, estableciendo una certera política de crédito y una efectiva estrategia de cobranza.
- Mantener un control riguroso del financiamiento de terceros y los costos financieros. Que una crisis financiera no nos sorprenda con altos niveles de endeudamiento, para lo cual se requiere de un mecanismo de apalancamiento controlado y debidamente planificado, evaluando el impacto de los costos financieros en los resultados operacionales.
- Procurar acciones tendientes a la minimización de los costos de operación. Negociar, buscar alternativas de proveedores, impulsar la eficiencia en la gestión de los procesos y de las personas, evitar mermas y pérdidas indeseables, así como hacer un uso eficiente de los recursos, resulta crucial para la minimización de los costos de operación.
- Establecer procedimientos y políticas que garanticen el uso adecuado de los recursos y la minimización de gastos generales. La optimización y racionalización de gastos, obedece a la aplicación de procedimientos e instructivos claramente definidos, con sistemas de evaluación, seguimiento y control permanente, mostrando el impacto en los resultados. Identificar, justificar y administrar los gastos, es tarea relevante para ejecutivos en todas las áreas.
- Desarrollar estrategias logísticas para optimizar los costos de almacenaje y distribución. Un sistema logístico eficiente, es aquel que permite controlar la cadena de compras, almacenamiento, despacho y delivery, contemplando llegar con los productos y servicios en el momento adecuado, en el lugar preciso y con el mínimo costo de operación. Un trabajo coordinado con los proveedores y la administración del stock óptimo, son algunas de las muchas herramientas logísticas que se pueden aplicar.
- Procurar evitar las inversiones en activos fijos de rápida obsolescencia. Con el avance de la tecnología, es mejor apuntar a la tercerización de algunos servicios, o al uso de herramientas de financiamiento alternativas, como el leasing o arrendamiento operacional.
- Disponer de una planta de colaboradores eficiente. El personal de la empresa debe ser capaz de aportar al crecimiento orgánico, con muestras de resultados y con un enfoque de responsabilidad. El número de personas y el monto de las remuneraciones, debe ser acorde a los desafíos de las diversas áreas de negocios y de los principios de calidad en las prestaciones.
- Apostar al crecimiento corporativo con el desarrollo de nuevas unidades de negocios. Corresponde a la búsqueda permanente de oportunidades de negocios, con altas expectativas de rentabilidad y mínimo riesgo de inversiones. Con ello se puede alcanzar un portafolio equilibrado de negocios, lo que permite hacer frente a situaciones de presión económica y competitiva.