Transparencia y rendición de cuentas
Benito Barros. 20 Ene, 2020 11 NOV, 2019
Hemos iniciado el año 2020 y nuestros ojos ya se posicionan en esta nueva década, que nos trae importantes desafíos en el mundo empresarial. Muchos no llegarán en términos corporativos, a visualizar el 2030, por lo que es necesario sentarse y evaluar lo realizado y conseguido en los últimos ejercicios. Esta es una época de análisis, cierres, mediciones, evaluaciones y resultados. Las empresas modernas han ido desarrollando desde hace algún tiempo, mecanismos orientados a un trabajo “responsable”, caracterizado por la transparencia en la información y la rendición de cuentas hacia todos los grupos de interés con los que se vincula y con quienes tienen contactos especiales en la empresa. Los “stakeholders” o grupos de interés, tienen preocupaciones particulares para conocer la verdadera marcha del negocio. Por ejemplo los dueños y accionistas necesitan evaluar el resultado de su inversión y el valor que va adquiriendo su patrimonio en el tiempo; Para los directivos, la preocupación es conocer los efectos de las estrategias y tácticas desplegadas en el período, y que se traducen en resultados concretos de la gestión; para los trabajadores, los resultados son importantes para conocer sus potenciales beneficios y la estabilidad laboral en el tiempo; para los proveedores, saber que están operando con una empresa responsable y sana económicamente; para los bancos e instituciones financieras, la información es clave para evaluar el potencial nivel de riesgo de la organización; para los clientes, saber que cuentan con el respaldo de una empresa sólida, de prestigio y responsable por sus acciones y consecuencias en el tiempo y para la comunidad en general, saber que la organización es respetuosa de las leyes y es responsable del medio ambiente en que se desenvuelve.Este es el ámbito de acción de la rendición de cuentas, es decir, la capacidad de la empresa y de sus responsables, de informar y mostrar sus cifras en forma clara, oportuna, transparente de las acciones generadas en un período de tiempo, y de las consecuencias y resultados de dichas acciones con sus efectos para los diversos grupos de interés. Por lo tanto, cabe preguntarse cuáles son las claves del proceso de rendición de cuentas y por qué es importante que las empresas transparenten su gestión y resultados hacia la comunidad. Los elementos relevantes son:
- La empresa debe disponer de un mecanismo de control de gestión fundado en objetivos y metas específicas, los que se traducen en indicadores, métricas, plazos y responsables de su ejecución.
- Para complementar lo anterior, la disposición de un sistema de aseguramiento de la calidad, en que se expliciten los procedimientos, instructivos y delimitación de las responsabilidades de todos los miembros de la organización.
- Se debe contar con un mecanismo de auditoría de gestión, con un proceso de seguimiento contable y administrativo, de todas las acciones que potencialmente puedan derivar en resultados económicos, que afecten la sustentabilidad financiera de la empresa.
- El diseño de un sistema de información actualizado, que permita acceder en línea y en forma oportuna, a la información relevante para la toma de decisiones. Dicho sistema, adecuado a la realidad de la empresa, debe reflejar los aspectos comerciales, operacionales, organizacionales, contables y financieros de la empresa, reflejando con certeza la realidad de las cifras, en función de su concomitancia con los registros.
- Contar con un mecanismo de evaluación del personal, claro, oportuno y completo, basado en un enfoque de responsabilidades, que permita definir las interacciones de las personas con los resultados obtenidos, y señalar el alcance y peligros del no cumplimiento de las tareas en el marco normativo vigente.
- Contratar los servicios de una empresa auditora externa, que propicie un pronunciamiento de que los resultados reflejados en los estados contables y financieros, representan fielmente la realidad y los hechos de la empresa en un período de tiempo.
- Finalmente, disponer de mecanismos de comunicación periódicos, oportunos, fidedignos y comprensibles por todos los grupos de interés, para que se den a conocer los resultados y sus respectivas consecuencias. La información del avance del plan estratégico, debe mostrarse por diversos medios a todos los miembros e interesados, de tal forma que esta información genere la transparencia y las confianzas necesarias, para la proyección de una imagen sólida de la empresa.
- La empresa debe disponer de un equipo de análisis, de evaluación, proyección y de potenciales medidas correctivas, para mejorar su posición actual, anticiparse a situaciones críticas y poner en el escritorio, las expectativas y desafíos de crecimiento y fortalecimiento.
Esta es la esencia de la legitimidad, credibilidad y confianza y su importancia se desprende de la imagen de prestigio y solidez que se proyecta a la comunidad, lo que permite mejorar las cifras de negocios, la apertura de nuevos nichos de mercado, mejorar la fidelización de los clientes, la disposición de potenciales inversionistas para mejorar el nivel de capital y por sobre todo, la proyección de altas tasas de rentabilidad a través del tiempo. Para el personal y los colaboradores, se traduce en un clima organizacional y una cultura que motiva a aportar y a crecer en forma conjunta con el crecimiento de la empresa. El cambio de paradigma no es otro que romper con los misterios y a transparentar las operaciones y los resultados de la empresa. Lo anterior nos proyecta al 2030 y mucho más, con una posición sólida y competitiva.