Una nueva década para pensar en crecer junto con tus líderes
Rodrigo Arturi G.. 30 Dic, 2019 11 NOV, 2019
Un buen líder debe ser capaz de transformar tu negocio; sin embargo, pocas empresas dedican recursos para preparar a los líderes del futuro. Directores de empresas que han dejado su vida en la construcción de una empresa y “creen” que nadie más lo podrá hacer mejor que ellos, muchas veces los fundadores al inicio son el motor de la empresa, después son el combustible y algunos terminan siendo el freno.¿Cómo preparas la sucesión en tu empresa?, la verdad es que pocas personas lo podrán hacer mejor que los fundadores, porque ellos han basado su estrategia de negocios en sus decisiones según las exigencias de un mercado con un entorno competitivo adecuado a esos estilos, pero ¿qué sucede cuando cambia el entorno?, hablamos de consumidores cambiantes, nuevos competidores agresivos con los precios, generaciones de colaboradores con estilos muy distintos a los de hace 5 o 10 años atrás.Las empresas se orientan a hacer lo mismo en términos de uso de tecnologías, de información de análisis del mercado, establecimiento de políticas de precio, entre otras cosas. Sin embargo, la posibilidad de diferenciarse o de obtener ventajas de costo radica en la construcción de un equipo de Alto Desempeño a través de mejoras en la productividad del talento, la que a la vez está sustentada en la capacidad de hacer uso eficiente del conocimiento, la innovación y la creatividad.Las oportunidades que ofrecen los mercados competitivos pueden ser aprovechadas por las empresas, en gran medida, si tienen dentro de sus activos estratégicos – líderes – la capacidad de Gestión instalada en todas las áreas funcionales, es decir, en todos quienes tienen que generar y hacer uso de información para tomar decisiones, para que la Estrategia sea correctamente articulada a través de toda la organización. Dado que la calidad y uso de esta información tiene relación con las técnicas y modelos que se empleen, los nuevos modelos de gestión apuntan a perfeccionar la aplicación de herramientas de gestión en diversas áreas funcionales, entendiendo que todas deben necesariamente enfocarse a objetivos superiores, comunes, derivados del marco estratégico institucional, cobrando vital importancia la capacidad de los futuros líderes de comunicarse de manera efectiva, a fin lo lograr cohesionar al equipo y conducirlos alineadamente.
Las capacidades a instalar por los líderes, deben generar mejoras a la Gestión Empresarial a través del aprovechamiento de las oportunidades de mercado y la generación de ventajas competitivas sustentables, a través de un proceso de planificación con clara orientación a obtener indicadores estratégicos para la empresa. Definir una estructura de negocios flexible y capaz de adaptarse a los futuros paradigmas del mercado, facilitando el proceso de toma de decisiones y entregando las facultades necesarias para que cada quien pueda conducir efectivamente su área y ser responsable por los resultados que debe generar.Este proceso de delegación, necesariamente debe aislar el ego de los directivos, y ellos deben facilitar un sistema de gestión que permita identificar, formar y desarrollar el talento de una organización. El valor de la marca es innegable, sin embargo, los mercados cambian y han llevado a la quiebra a muchas marcas poderosas, marcas que han tenido enormes carteras de clientes y un prestigio intachable en el mercado; en contrapartida, sus líderes no desarrollaron estrategias de negocios que le permitan a la empresa ser sustentables en el largo plazo. Esta visión de negocios centrada en la empresa y no en el mercado, es el primer factor de éxito o fracaso para el desarrollo de una empresa; cuando los Directores, saben ocupar su lugar y permiten que la empresa sea gestionada por especialistas, “compran un seguro a la sustentabilidad”, sin duda que este camino es más tortuoso para aquellos que saben cómo hacer las cosas y no quieren enseñar, pero a donde conduce un estilo de toma de decisiones con nula o pobre delegación en un momento en el cual las nuevas generaciones quieren ser parte del éxito de las empresas a partir de sus aportes intelectuales. Esa dicotomía que existe en muchas empresas actualmente, es el primer paso para saber si habrá gente disponible en el futuro para conducir la empresa.La pregunta “¿quién ocupará tu silla?”, es incómoda, pero necesaria de plantearse. Podemos vivir evitándola y haciendo cosas diversas para postergarla, pero ¿de qué sirve? ¿De qué sirve tener a un grupo de buenos ejecutores en vez de un equipo de ejecutivos? Lo más preocupante es que las personas que integran una organización comprenden perfectamente cuál es el estilo de la organización y hasta dónde pueden llegar, y lo que posiblemente suceda es que permanezcan los que comparten siempre las decisiones de los superiores a causa de no tener opiniones ni ideas propias, y es allí donde muchos Directores quedan entrampados en poder avanzar porque sus equipos de trabajo no se sienten motivados a presentar nuevas opciones para hacer las cosas, perdemos la esperanza en la delegación y no desarrollamos el potencial interno que tiene la empresa.¿Quién ocupará tu silla?, si aún no tiene la respuesta es momento de pensar estratégicamente y preparase para los mercados cada vez más competitivos que demandarán nuevos estilos de gestión y liderazgo.