El retorno a la normalidad: una perspectiva empresarial
Benito Barros. 28 Abr, 2020 11 NOV, 2019
Volver a la normalidad. Suena algo tan lógico y con tanto sentido, que me embarga un sentimiento de inquietud e incertidumbre. Es que ¿acaso seremos capaces de volver a la normalidad? ¿Será la normalidad a la que estábamos acostumbrados antes de esta tremenda crisis? Personalmente creo que no, en estos días nos hemos visto enfrentados a un escenario impensado hasta hace unos meses atrás. El confinamiento en nuestras casas, la falta de contacto físico, la falta de reuniones sociales, las pérdidas de empleo, la baja en el nivel de actividad, la preocupación por nuevos valores, entre otras variables, provocarán un cambio cultural en el comportamiento de las personas.Volver a la normalidad debe ser visto como un proceso paulatino, progresivo y debidamente coordinado. Hoy vivimos un sentimiento de inseguridad, temor, con muchas restricciones sanitarias, los clientes han modificado su conducta y sus expectativas se orientan hacia las relaciones de conveniencia, más que de compra. La sociedad irá marcando las pautas de las nuevas tendencias, en función de la forma en que se vaya comportando el avance de la pandemia. Sin embargo, existe una realidad irrefutable, “debemos prepararnos para volver a la normalidad”. Desde el punto de vista empresarial, esta crisis nos ha propuesto un desafío gigantesco, que debemos asumir con gran entereza y profesionalismos. Algunas reflexiones desde la perspectiva empresarial, son las siguientes:
- Existe la necesidad imperiosa de reformular el modelo de negocios. Es decir, las formas en que somos capaces de llegar a nuestros clientes, con estrategias diferenciadas de valor, considerando juna serie de variables críticas y las condicionantes que nos impondrá el mercado.
- Una estrategia de marketing diferenciada. Evaluar las opciones no tradicionales del marketing transaccional y apostar al uso intensivo de las tecnologías, redes sociales y sistemas de comunicación interactivo, resultarán fundamentales, para alcanzar éxito en la gestión de ventas.
- En el corto plazo, la disponibilidad de fondos y de liquidez del mercado, presentarán una fuerte contracción, por lo que los consumidores priorizarán un consumo por conveniencia, que les permita ir satisfaciendo sus necesidades básicas.
- Este mismo consumidor se transformará en un agente mucho más activo de la relación comercial. Más exigente, esperando cada vez más y mejores servicios, por cada vez menos precios. Las empresas deberán prodigar sus esfuerzos, por una mejor oferta, un mejor servicio y una capacidad de reacción y de respuesta, mucho más efectiva.
- En este contexto, las organizaciones deben orientarse a la eficiencia, con una coordinación interfuncional, que exige el desarrollo de las mejores capacidades y competencias, en el marco de un liderazgo efectivo, orientado a cumplir, responder y alcanzar resultados.
- Los márgenes tendrán una tendencia a la baja, cada vez costará más alcanzar resultados notables, los esfuerzos, costos y gastos, tendrán una presión al alza, y el mercado presionará por precios cada vez más bajos y competitivos.
- La gestión logística deberá ser jugada como una partida de ajedrez. Debemos mover nuestras piezas para responder con nuestros productos y servicios en las condiciones óptimas en el tiempo oportuno y con el menor costo posible.
- Debemos cambiar la mística de trabajo de nuestros colaboradores. El respeto al trabajo y al hacer las cosas bien hechas, resultará fundamental para enfrentar el nuevo escenario. Debemos tener presente, que los trabajadores son los que finalmente marcan la diferencia, frente a los consumidores y clientes.
- Las empresas deben ser capaces de moverse a velocidades nunca antes vistas. Reaccionar en forma oportuna o anticiparse a las reacciones del mercado, de la competencia y de las condicionantes del mercado. Para ello la creatividad, la innovación y la investigación juegan un rol fundamental. Hay que atreverse a cambiar, a romper paradigmas y ajustar su oferta de valor, de acuerdo a las expectativas de los clientes.
- Para cumplir con lo anterior, la información se traduce en un factor crítico. Una organización debe desplegar sus esfuerzos en el manejo inteligente y oportuno de los datos, aplicar herramientas de trazabilidad, desplegar equipos de análisis y proponer medidas correctivas y de ajuste, para la toma de decisiones efectiva.
- Lo anterior debe ser complementado con un sistema de financiamiento en que se regule la liquidez, la solvencia y la capacidad de ir generando ingresos, que permitan sobrellevar este nuevo escenario de transición, y que nos permita fortalecernos a futuro.
Una crisis es una ocasión de aprendizaje, es por eso que quienes vivimos en el mundo de los negocios, debemos ser capaces de aprender, reforzarnos y fortalecernos en nuestras formas de repensar el mundo de los negocios. El trabajo, la creatividad y el esfuerzo serán las variables críticas que caracterizarán el nuevo perfil del ejecutivo.